Es impresionante y aun más enigmático a oscuras. Unas pocas luces lo adornan a lo lejos. Pienso que podría ser como ciertas personas que llegan queriendo ahondar en nuestras vidas y son ellas tan infinitas para nosotros, que es una misión muy difícil el conocerlas a profundidad. Justo así es el mar cuando el sol se ha ocultado y da paso al lobo de plata que desde el cielo se nos presenta para darnos una compañía a los solitarios. Se nos hace imposible mirar el limite que nos muestra bajo la luz.
Entonces me concentro en las huellas de la playa y pienso en que éstas podrían ser las memorias de personas que a su vida llegaron, marcándolas, a pesar de que las brisas traten de llevárselas, sólo la playa sabe quién y cuándo unos pies se posaron sobre ella. Soy tan diminuto sentado en ella, creyendo que lo sé todo al sólo observarla, pero la verdad irrefutable es que apenas puedo confiar en lo que mis ojos y demás sentidos pueden percibir.
La unión del mar y la playa es justamente como aquellas personas, aunque por mi cabeza sólo pase una. Jamás me sentí tan solo ante tanta inmensidad. Jamás me sentí tan frustrado como en los días que trato de conocer ese mar a oscuras, por medio de sus playas. Eres lo inmenso en tan solo un compendio de carnes y huesos, con tantas huellas sobre sí misma, que me anonada cuando intento leerlas.
Solo, así como me siento en esta menuda arena que no sé lo que guarda y que mantiene un amorío raro con las aguas saladas aunque nadie se detenga a meditar sobre ellas, nadie distinto a mi. Y las únicas señales que recojo son los sonidos que se producen por la unión de algo que apenas logro conocer.
"La unión del mar y la playa es justamente como aquellas personas, aunque por mi cabeza sólo pase una."
ResponderBorrarUna hermosura este párrafo. Muchas gracias!
Muchas gracias, Roxana, por tomarte el tiempo de leerlo.
BorrarMuy bello sin duda!
ResponderBorrarGracias por analizarlo, Agustín.
BorrarLa playa y el mar, el hombre y la mujer unidos indisolublemente.
ResponderBorrarGracias Henry!