viernes, 19 de febrero de 2016

Artes Plásticas: Arquitectura Gótica - Una nueva sensibilidad en el arte de construir

Por: Daphy

Altar Mayor de la Catedral de Notre Dame (1163-1345)

El estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico desde la cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI. 
Capilla Superior de la Sainte Chapelle (1242-1248)
La denominación peyorativa "gótico", fue inventada por los eruditos del Renacimiento con sentido de desprecio a un arte que consideraban bárbaro (el "arte de los godos"), muy inferior en consideración al arte grecorromano; sin embargo, fue revalorizado y exaltado en el siglo XIX por los movimientos nacionalistas y románticos europeos, y en la actualidad se considera universalmente como uno de los momentos más brillantes desde el punto de vista artístico, del mundo occidental.

Lateral Oeste de la Catedral de Sta. María la Real de Pamplona (1394-1501)
Aunque el gótico sucede arquitectónicamente al románico del siglo XII, lo cierto es que ambas arquitecturas responden a principios inspiradores opuestos. Como sostiene el gran experto Otto von Simson, con el gótico se produce una de las más radicales rupturas estilísticas que ha conocido la arquitectura occidental. La razón de tal revolución arquitectónica es el cambio de la mentalidad medieval sobre el conocimiento y la verdad existente. Por consecuencia, una de las características del arte gótico será la verticalidad. La catedral gótica es de línea vertical, hecho que producía en el hombre una sensación inequívoca de equilibrio inestable. Las columnas de las catedrales se alargaron y subrayaron la verticalidad, desapareciendo así la horizontalidad relajada de los triforios y las divisiones horizontales de las fachadas que tenían las catedrales románicas.

Los siglos XII y XIII contemplarían la derrota del idealismo de Platón, defendido por San Agustín, que fue la base filosófica de los siglos altomedievales. Desde estas fechas, se recupera las filosofía basada en la preeminencia de los sentidos de Aristóteles, intensamente defendido por personajes de la talla de San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. La idea de que sólo la racionalidad humana es el único sistema de conocimiento y que las formas sensibles son sólo una apariencia engañosa de la verdad, es desplazada por la convicción de que los sentidos son necesarios para descubrir las cosas de la naturaleza, verdadera fuente de conocimiento. Como derivación de este cambio de mentalidad en el campo del arte y la arquitectura, el obstinado equilibrio simétrico, y la regularidad y geometrismo del románico, son desplazados de una vez y para siempre. El arquitecto ya no tiene que apegarse a formas regulares para construir (círculos y cuadrados fundamentalmente), sino que se ve libre para trabajar no como un geómetra, sino como un ingeniero. Por tanto, si en el campo de las ideas se sustituye el idealismo por el naturalismo, en el campo del arte se sustituye la inteligencia abstracta por el empirismo.

Domo de la Catedral de Sta. María del Fiore (1296-1418)
René Huyghe escribe estas bellas palabras sobre la arquitectura gótica:
 "Una estética pragmática edifica monumentos donde, descartadas las superficies planas, se erizan de puntas, de calados, de proyecciones, se rompen en el juego complejo de los salientes y las aberturas, donde las líneas tropiezan, se cortan, se interseccionan con aspereza, donde todas las previsiones de la inteligencia son derrotadas por el imperioso dictado de los hechos." 
En este contexto, y aunque la arquitectura sigue sujeta a ciertas reglas básicas de geometría, los edificios se liberan del rigor racional anterior y a sus estructuras se les permite la vida y la espontaneidad. Como afirma Huyghe, un edificio gótico puede entenderse como un organismo vivo que crece hacia el sol. Utilizando el arco apuntado, los arquitectos góticos consiguieron desviar mejor las fuerzas oblicuas del arco; y con la vuelta ojival distribuyeron las presiones a los cuatro extremos de sus construcciones.

Interior de la Catedral de San Esteban de Viena (1137-1147)
Esta nueva arquitectura utilizaría este empirismo ingenieril para inventar ingeniosas soluciones tectónicas a fin de crear espacios de gran altura en donde el vacío y el colorido se amalgaman en una gestalt que de entrada supone un choque a los sentidos: ausencia vs presencia. Representaría, según el idealismo religioso del Siglo XIII, la manera de simbolizar la Jerusalén Celestial profetizada a lo largo de La Biblia mediante la creación de un grandioso espacio de luz y color en donde todo se combina para darle al espectador una sensación de grandeza y sobrecogimiento a la vez. Impacto de que la majestuosidad del Rey de Reyes es infinita a la vez que piadosa en extremo. Para acentuarlo, las vidrieras no serían hechas para dar luz, ya que los templos son sombríos, sino para crear un espacio metafísico coloreado y una iconografía radiante. La catedral gótica sería, por el sentido de la luz y la suntuosidad, la imagen viva de la divinidad; y, ante esta riqueza, el pueblo terminaría por atestiguar la existencia de un poder superior que habitaría ahí, en donde sólo hay vacío y juegos de luz y sombras.
  

3 comentarios:

  1. Preciosa entrada! Una maravilla todo lo que tiene que ver con el arte gótico.

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  2. "Un edificio gótico puede entenderse como un organismo vivo que crece hacia el sol"... Qué palabras de Huyghe!!!
    Preciosa entrada; muy bien documentada además!

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  3. Una entrada de lujo... gracias de verdad!

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