Por: Daphy
Altar Mayor de la Catedral de Notre Dame (1163-1345) |
El
estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico desde la
cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI.
Capilla Superior de la Sainte Chapelle (1242-1248) |
Lateral Oeste de la Catedral de Sta. María la Real de Pamplona (1394-1501) |
Los siglos XII y XIII contemplarían la derrota del idealismo de Platón, defendido por San Agustín, que fue la base filosófica de los siglos altomedievales. Desde estas fechas, se recupera las filosofía basada en la preeminencia de los sentidos de Aristóteles, intensamente defendido por personajes de la talla de San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. La idea de que sólo la racionalidad humana es el único sistema de conocimiento y que las formas sensibles son sólo una apariencia engañosa de la verdad, es desplazada por la convicción de que los sentidos son necesarios para descubrir las cosas de la naturaleza, verdadera fuente de conocimiento. Como derivación de este cambio de mentalidad en el campo del arte y la arquitectura, el obstinado equilibrio simétrico, y la regularidad y geometrismo del románico, son desplazados de una vez y para siempre. El arquitecto ya no tiene que apegarse a formas regulares para construir (círculos y cuadrados fundamentalmente), sino que se ve libre para trabajar no como un geómetra, sino como un ingeniero. Por tanto, si en el campo de las ideas se sustituye el idealismo por el naturalismo, en el campo del arte se sustituye la inteligencia abstracta por el empirismo.
Domo de la Catedral de Sta. María del Fiore (1296-1418) |
René Huyghe escribe estas bellas palabras sobre la arquitectura gótica:
"Una
estética pragmática edifica monumentos donde, descartadas las
superficies planas, se erizan de puntas, de calados, de proyecciones, se
rompen en el juego complejo de los salientes y las aberturas, donde las
líneas tropiezan, se cortan, se interseccionan con aspereza, donde
todas las previsiones de la inteligencia son derrotadas por el imperioso
dictado de los hechos."
En
este contexto, y aunque la arquitectura sigue sujeta a ciertas reglas
básicas de geometría, los edificios se liberan del rigor racional
anterior y a sus estructuras se les permite la vida y la espontaneidad.
Como afirma Huyghe, un edificio gótico puede entenderse como un organismo
vivo que crece hacia el sol. Utilizando el arco apuntado, los arquitectos góticos consiguieron desviar mejor las fuerzas oblicuas del arco; y con la vuelta ojival distribuyeron las presiones a los cuatro extremos de sus construcciones.
Interior de la Catedral de San Esteban de Viena (1137-1147) |
Esta nueva arquitectura utilizaría este empirismo ingenieril para
inventar ingeniosas soluciones tectónicas a fin de crear espacios de
gran altura en donde el vacío y el colorido se amalgaman en una gestalt que de entrada supone un choque a los sentidos: ausencia vs presencia. Representaría, según el idealismo religioso del
Siglo XIII, la manera de simbolizar la Jerusalén Celestial profetizada a lo largo de La Biblia mediante
la creación de un grandioso espacio de luz y color en donde todo se
combina para darle al espectador una sensación de grandeza y
sobrecogimiento a la vez. Impacto de que la majestuosidad del Rey de
Reyes es infinita a la vez que piadosa en extremo. Para acentuarlo, las vidrieras no serían hechas para dar luz, ya que los templos son sombríos,
sino para crear un espacio metafísico coloreado y una iconografía
radiante. La catedral gótica sería, por el sentido de la luz y la
suntuosidad, la imagen viva de la divinidad; y, ante esta riqueza, el pueblo terminaría por atestiguar la existencia de un poder superior que habitaría ahí, en donde sólo hay vacío y juegos de luz y sombras.
Preciosa entrada! Una maravilla todo lo que tiene que ver con el arte gótico.
ResponderBorrar"Un edificio gótico puede entenderse como un organismo vivo que crece hacia el sol"... Qué palabras de Huyghe!!!
ResponderBorrarPreciosa entrada; muy bien documentada además!
Una entrada de lujo... gracias de verdad!
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