Literatura: En tierras absurdas (relato breve)

Por: Henry Pantoja Castellanos

Vincent van Gogh, Nuenen, Los Países Bajos: noviembre, 1885

Vivimos como árboles, lo más parecido a un bosque es esto.

¿Vivimos? Mis pensamientos se convierten en contradicción de sí mismos y no hallo una respuesta concreta que logre calmar mis ansias de una verdad que no existe, o por lo menos no la versión correcta de ésta.

Digo que es un bosque este lugar porque todo está lleno de distintas especies de árboles, en donde la mayoría son iguales al resto de enramados seres dentro del metafórico bosque. Algunos son decorativos (los que están al principio), otros son altos y aparentemente fuertes (aunque son estos a los que la tormenta se lleva primero) y, por último, encontramos una minoría de estos gigantes de madera exhalando perfume por dentro y fuera de su corteza; mas a pesar que son viejos, se hallan esbeltos y llenos de vida.

Quizá la verdad que anhelo no exista, pero quiero que seas la versión de la verdad que pueda agradarme, dulce amapola, aunque yo sea en tu vida como un panóptico a lo lejos.

La cobardía me tiene arraigado al suelo, sin poder moverme hacia ti.

Quizá aún no florecen lo suficiente las flores de la experiencia. ¿Acaso espero pulirme lo suficiente como para que no me rechaces? Creo que moriré siendo un árbol en busca de un algo que está a mi alcance y que no quiero alcanzar. Creo que pertenezco a algún otro bosque lejos de esta galaxia con ausencia de la verdad.

Barranquilla, Colombia, 2016