miércoles, 6 de abril de 2016

Poesía: Sobresaltos - Tres poemas sin dueño

Por: Nelson Ballestas


Autumn Woods (óleo sobre tela 1886) - Albert Bierstadt

Hay un susurro en la brisa que duele
uno que araña la ventana y trastoca la imagen en el corazón
Su cariño es espeso y rompe la piel
ligera como un lienzo se adentra en el triángulo de la sala penumbra
¿Dónde, la voz que surcaba aquel cielo?
¿Y la mirada de niño infestada en brillo nostalgia?
La luna cambia a mirarme compasiva y tú
Tú desarmas el rostro del fuego, y el humo vaho marca la quebrada ventana
Besando de la nada el polvo
con lluvia
y yo con ramas secas

.......

Querrás una amante que se parezca a Alejandra
Y yo un camino por cruzar
Querrás el nombre del verano y ser lúgubre luz que incendia
Quédate atrás un instante, uno corto para perder la conciencia
Desden del mundo transitado
Cuando duermas, sabrás que alguien fue ciego
Y si no fue tu dios, no sé si yo al final
Y me desgasto las manos por una falsa promesa
que se conjuró al eco vacío
Una promesa que se hace donde no existo

......

Para la paz de un viernes, necesito entonar una canción
Creer en algún dios enorme, sofocar la mente en el suspiro
Para esa paz necesito un auxilio imprudente y contaminado en especias
Ese viernes, una ventana cerrada y otra abierta... Un pasillo largo, una puerta pequeña
Y el botón que ata a la luna a la espesa noche
Una lágrima que no sale
Un corazón afligido
Vino, mucho vino
Un pedazo de tierra en mis manos
Y de ese aire, no fresco, frío

2 comentarios: