viernes, 15 de abril de 2016

Poesía: Males necesarios

Por: Henry Castellanos


Gustav Klimt - El árbol de la vida (1909)


Esperar y esperanza: considero esas dos palabras como lo más bajo, lo más vil. La primera nos deja agonía, incertidumbre, ganas de arrancar el tiempo de la memoria, tristeza y, por último, si tienes suerte, una decepción bien puta. La segunda es algo de los mil demonios, comienza con la decepción y va empeorando. La esperanza es el peor de los males debido a que alarga el sufrimiento del ser humano, dijo un filósofo alemán. La esperanza es tropezar con la piedra y volver a hacerlo creyendo que ésta no te tumbará una vez más; y te quedas una y otra vez probando, hasta que te enamoras de la piedra. 

A pesar de todo, continuamos esperando lo que no llegará y teniendo esperanza, aunque nos seguirá apuñalando. Pero cuando aquello llega y esto ocurre como uno quería, es cuando decimos que hemos burlado todo mal destino augurado por los Dioses. 

Por eso seguiré esperándote y teniendo esperanza en que será como queremos, aunque esto nos arranque la existencia...


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