Itzayanna Valva (2013) - La sirena (óleo sobre tela 80x65) |
No fuiste tú, náufrago de náufragos
Imagen mía del otro lado del espejo
No fuiste tú, dulce y cálida casa
Mansión de mil puertas cerradas
Castillo de murallas altísimas
No fueron tus manos
Pájaros alquímicos
Instrumentos de bondad y sapiencia
Ni fueron tus dedos
de yemas suaves
de mapas dactilares indescifrables
Ni tus palmas incendiarias de pieles dichosas
No fueron tampoco tus ojos de felino hambriento
Piedras magnéticas
Cafés como la mismísima tierra
Ni fue su manera de sonreírme
Como no me habían sonreído otros ojos antes
Ni fue tampoco tu boca
Hermética y curva como gota de lluvia
Manantial cristalino para el sediento
Cálido abismo donde se pierde el conocimiento
Destino de mis deseos más recurrentes
Fueron tus palabras, rojas como flechas
Hirientes como flores venenosas
Líquidas como la sangre que corre por nuestras venas
Fueron tus palabras, corazón de estrella
arrasadoras como el huracán de tu nombre
Certeras como el relámpago
Fueron tus palabras, y no tú
ni tus manos, ni tus ojos ni tu boca
Fueron tus palabras
terribles y telúricas
Fue el eco huérfano y negro
de aquel "Te amo... aunque no pueda ser"
quien me mantiene en vilo
Fueron tus palabras, y no tú
Ni tus manos, ni tus ojos, ni tu boca
Quienes no me dan esperanza
Fueron tus palabras, y no tú
Ni tus manos, ni tus ojos, ni tu boca
Quienes no me dan vida...
...pero tampoco muerte.
Pájaros alquímicos
Instrumentos de bondad y sapiencia
Ni fueron tus dedos
de yemas suaves
de mapas dactilares indescifrables
Ni tus palmas incendiarias de pieles dichosas
No fueron tampoco tus ojos de felino hambriento
Piedras magnéticas
Cafés como la mismísima tierra
Ni fue su manera de sonreírme
Como no me habían sonreído otros ojos antes
Ni fue tampoco tu boca
Hermética y curva como gota de lluvia
Manantial cristalino para el sediento
Cálido abismo donde se pierde el conocimiento
Destino de mis deseos más recurrentes
Fueron tus palabras, rojas como flechas
Hirientes como flores venenosas
Líquidas como la sangre que corre por nuestras venas
Fueron tus palabras, corazón de estrella
arrasadoras como el huracán de tu nombre
Certeras como el relámpago
Fueron tus palabras, y no tú
ni tus manos, ni tus ojos ni tu boca
Fueron tus palabras
terribles y telúricas
Fue el eco huérfano y negro
de aquel "Te amo... aunque no pueda ser"
quien me mantiene en vilo
Fueron tus palabras, y no tú
Ni tus manos, ni tus ojos, ni tu boca
Quienes no me dan esperanza
Fueron tus palabras, y no tú
Ni tus manos, ni tus ojos, ni tu boca
Quienes no me dan vida...
...pero tampoco muerte.
Es hermoso y duele u.u
ResponderBorrarGracias por sentirlo, amigo mio.
BorrarTe quiero.
Muy bellas letras, gracias señorita helena por obsequiarnos talento y sentires.
ResponderBorrarEs para mi honor muy grande el que Usted las encuentre bellas, señor.
BorrarMil gracias y una sentida disculpa, por responder hasta ahora.
¡Un cordial saludo !
Por dios, qué bello! Sencillo y con mucha garra. La ilustración es una belleza, pero no encuentro nada de la artista al googlear ¿es tambien parte del equipo del blog?
ResponderBorrarFelicidades!
Intenso y bastante sentido. La poesía es dolor...
ResponderBorrarMe alegra el que te haya transmitido algo, Alejandra.
BorrarMil gracias por leer.