lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Carlos Fuentes o Charlie Font? (o el pretexto para una traducción)

Por: Matheus Kar



Portada de Luna Park, de Luis Cardoza y Aragón (poeta guatemalteco).



La zona 1 de la Ciudad de Guatemala, en especial la novena avenida, es un túnel infinito tapizado de moteles, de bares, de cafeterías que sobrevivieron al siglo pasado, de nadas históricas y de librerías de segunda mano.

Mientras caminaba por esa avenida y, al mismo tiempo, me cuidaba que no me robaran, me abstraje en cada escena que me formulaba la calle, en los nacientes fantasmas que tomaban relieve ante mí.

Eran las doce del mediodía; las prostitutas, siempre disponibles mas nunca libres, se paseaban con el rol de madre escrito en la frente. Los chóferes las chuleaban, las miraban sin disimulo y les gritaban nombres a los que ellas en horario fuera de trabajo no responden pero que en lo oscuro suelen atender. El olor de grasa a la parrilla se levantaba y movía con el sol. Los niños jugaban con bolsas; otros más afortunados habían conseguido una caja. Niños que todavía no conocen los naipes, que no saben robar utilizando los naipes, que no saben que harán con el dinero que robaron jugando a los naipes.
 Sin duda, otro mundo.

Más adelante, encontré a un mecánico, que apretaba un Marlboro con los dientes, discutiendo airadamente con un hombre en silla de ruedas. Ambos se veían enfadados. La gente se bajaba de la acera, incluso se cambiaba de acera cuando los veían gritar y mover las manos. El mecánico, al parecer, lo estaba echando, le decía que no volviera, que llamaría a la policía (si es que se atreven a llegar) si lo volvía a ver por ahí.

Caminé así dos o más cuadras, abstraído, pensando en el impedido y el mecánico y la policía cobarde, en lo lejos que estamos de darnos a entender, en la otredad, esa otredad de la que hablaba Octavio Paz y que tan familiar le era, y que a nosotros tan ajena nos resulta.

Luego, la otredad me llevó a pensar en los problemas de traducción, en sus laberintos, en el plagio, en las versiones tan disparejas que existen de una misma obra, en el francés de Baudelaire y, no sé cómo, ahora me lo pregunto, acabé pensando en Michel Houellebecq y su islamofobia. Quizá siguiendo esa secuencia es como terminé hilando eso a la mala costumbre de también traducir los nombres de los personajes y escritores: Oliverio Twist, Carlos Dickens, Manuel Kant, Federico Nietzsche y otros horrores. También pensé en la vez que Gabriel García Márquez adquirió un título nobiliario en Medio Oriente a causa de una mala traducción: El Marqués Gabriel García. Para matarse de la risa en solitario.  ¿Cómo sería, siguiendo esta lógica, el nombre de Carlos Fuentes vertido al inglés? ¿Charlie Fuentes? ¿Charles? ¿O Charlie Font?

Sin darme cuenta encontré refugio en una librería desconocida que apestaba a cigarro y a miles de cajas de arena para gato y donde remataban los libros a cinco o diez quetzales. Estas baratijas estaban aperchadas en canastas como las que hay en los mercados. Las estanterías eran ocupadas únicamente por los autores que entraban en el denominado canon: Vargas Llosa, Pérez-Reverte, Toffler, García Marquez, Marías Allende (sí, Allende también, el canon es lo que vende –o lo que pagó para venderse−), los precios de estos eran tan altos como las estanterías, tan altos como para omitirle cinco o seis almuerzos a la semana.

En cambio, los libros de las canastas estaban sucios y con apariencia húmeda; parecían no ser dignos de un trapo. Pero era peor ensuciarse con revistas de papel cuché como Men´s Health, Selecciones o Vogue. Y entre las antes mencionadas y un montón de tesis de la Universidad, hallé un librito en francés, que en realidad era una revista (pues en la portada está escrita la palabra Revue), que no pensé en comprarlo inmediatamente; el nombre de la revista era Vagabondages (Andanzas) y la edición se titulaba Absence (Ausencia) y, por lo que pude entender en la carta editorial que, fechada en 1978, abría el número, el dichoso volumen abarca y explora el tema de la “ausencia”.

Vaya, me dije, el editor y sus amigos franceses de dudoso talento, lo apuesto, hablarán de la ausencia.
Definitivamente no la iba a comprar. Pero como no tenía nada más que hacer, le eché una ojeada. Y vaya sorpresa: nombres como Valerie, Verlaine, Guibbert, Mallarmé, Laforgue, La Fontaine, Audra, Hugo, Villon, Eluard, Maeterlinck y más se paseaban con y sin permiso por toda la revista. Me la llevé de inmediato, incluso con el miedo secreto de que alguien, algún cazador de tesoros, ofreciera pagar más por ella y me la arrebataran de las manos.
Pero eso no llegó a pasar.

La metí a mi mochila con el leve pensamiento de que había estafado al mundo editorial, al vendedor, a las librerías y ¡a los escritores de todo el mundo! Leí parte de los poemas en el bus, los ojeaba, mi mirada vagaba de página en página, sin orden, sólo movida por la curiosidad del lector infantil que desea encontrar el vientre materno en uno o dos versos. Eran más de setenta poemas ¡de enérgica belleza!

La editora de la revista se llamaba, porque ya falleció, Christiane Baroche Fombeure (tan desconocida, que su página de Wikipedia solo está en francés y no tiene más de tres párrafos) y entre su grupo de colaboradores se encontraba un joven Alain Bosquet. Después del vistazo, me dediqué a recorrer algunos otros poemas de otros poetas aparentemente menores y, las sorpresas continuaban, encontré un poema que, de alguna manera que no me puedo explicar, resolvió o, mejor dicho, amplió mi panorama de incertidumbre sobre las traducciones, sobre el arte de verter un poema o un escrito a otro idioma y, en el mejor de los casos, en el atropello de la traducción, conseguir un poema totalmente nuevo.
El poeta se llama Philippe Jaccottet, un total desconocido para mí, pero no para el mundo. Paradójicamente, Jaccottet aparte de poeta y ensayista también es traductor; ahora es su turno de ser traducido:

COMME JE SUIS
UN ÉTRANGER DANS NOTRE VIE…



Comme je suis un étranger dans notre vie,
je ne parle qu'à toi avec d'étranges mots,
parce que tu seras peut-être ma patrie,
mon printemps, nid de paille et de pluie aux rameaux,

ma ruche d'eau qui tremble à la pointe du jour,
ma naissante Douceur-dans-la-nuit... (Mais c'est l'heure
que les corps heureux s'enfouissent dans leur amour
 avec des cris de joie, et une fille pleure

dans la cour froide. Et toi? Tu n'es pas dans la ville,
tu ne marches pas à la rencontre des nuits,
c'est l'heure où seul avec ces paroles faciles

je me souviens d'une bouche réelle...) ô fruits

mûrs, source des chemins dorés, jardins de lierre,

je ne parle qu'à toi, mon absent*, ma terre...




COMO SOY UN EXTRAÑO
EN NUESTRA VIDA**


Como soy un extraño en nuestra vida,
sólo hablo con palabras extranjeras,
ya que tendrán quizá un poco de mi tierra,
mi primavera, nido de paja y ramas de lluvia,

mi colmena de agua que tiembla al amanecer,
mi naciente Sensibilidad Nocturna ... (Mas es hora
de que el cuerpo ávido excave dentro de su amor
gritos de alegría y que una niña llore

en el patio congelado. ¿Y tú? Tú no estás en la ciudad,
no marchas a la emboscada nocturna,
al solitario tiempo con las palabras simples

que rememoran a una boca de verdad ...)  O fruta
madura, fuente de caminos dorados y jardines venenosos,
a la que me dirijo, mi ausente, mi tierra ...

*Absent y absence son sinónimos en francés, por eso está incluido en esta revista que tiene como tema la ausencia.
**Traducido por Matheus Kar

Conozcan a Phillipe Jaccottet (aún sigue vivo): https: https://es.wikipedia.org/wiki/Philippe_Jaccottet




Sobre el autor:
Matheus Kar (Guatemala, 1994), ha sido nombrado mención honorifica en el certamen Mi ciudad en 100 Palabras, que organizó la municipalidad de Guatemala en 2014  Ganó el II Certamen Nacional de Narrativa y Poesía "Canto de Golondrinas" 2015. Mención honorifica en el Certamen Cantos de Trova (2015). Formó parte del evento multidisciplinario Off Virtual Test, en 2015. Premio Luis Cardoza y Aragón (2016), organizado en Antigua Guatemala. Premio Editorial Universitaria "Manuel José Arce" (2016). Ha formado parte de las antologías Frente al Silencio (Palo de Hormigo, 2014), Si la Sangre Fuera Ambrosía (Los Zopilotes, 2016), Cuentos Bien Trulis (Chuleta de Cerdo, 2016). Ha publicado Asubhã (poesía; Editorial Universitaria, 2016). Colabora en el evento literario Poetry Slam Guatemala.





3 comentarios:

  1. De verdad que qué talentos tiene este blog, mil felicitaciones y sigan así.

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  2. ¡Qué atractivo y bien hecho artículo!
    Mis felicitaciones, amigo Kar, mis felicitaciones.

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  3. Thanks for sharing, nice post! Post really provice useful information!

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