Por: Elena Zirot
Luz, luz:
Corazón de oro,
chorro fresco de vida
como líquido deseo.
Punzante luz,
aun hecha trizas,
en medio del silencio,
en medio de la sombra.
Luz quebrada en mil pedazos
se vuelve vida entre destellos
en la noche más oscura.
Luz quebrada en mil pedazos,
tú: noche estrellada te vuelves.
Cuán generosa existencia posees,
grande como mil soles.
Aun en la oscuridad más profunda:
Noche estrellada te vuelves.
Y brillas.
Y diriges mi barca
sobre el hondo mar.
Y te amo igual o más que antes.
Porque generosa es el alma que portas,
como fuego arrebatado que insufla,
como antorcha vivísima,
que aun en medio de la oscuridad tormentosa
nunca deja de alumbrar.
*Al mejor hermano del mundo: G.
Te quiero con todo el corazón.
Cuánta belleza. ¿Han pensado en hacer un compilado en libro con todo el material poético que se halla en el blog? Sería algo muy bueno.
ResponderBorrarBello de verdad Helena... muy bello. Gracias por tan delicioso decir!
ResponderBorrar