sábado, 23 de julio de 2016

Literatura: Instrucciones para dejarme (prosa)

Por: Antonio G.


Edvard Munch-Amor y dolor (1895)



Para morir, amor, sólo necesito tu silencio; un silencio incómodo; tus lágrimas y tu rabia.

Para morir, amor, para morir de amor; bésame menos, despréciame más. Un desprecio puro, un deseo de que realmente no esté donde tú quieras estar.

Quiero que rompas las fotos y las cartas; quémalas, tíralas a la basura, ahí a donde va todo lo común. No hagas algo especial con ellas, no hagas un ritual.

Para morir, amor, y que muera lo que fue, apuñala tu memoria y hazla pedazos tan pequeños que ya no se pueda recuperar nada, que no quede ni una sombra, ni un color; que sólo quede un vacío tan grande que no se pueda llenar con nada de nosotros dos.

Para morir, amor, para morir de amor, cuando comiences a salir con otro háblale de todo lo mal que me porté contigo y de lo egoísta que fui; dile cosas horribles, dile que por mi culpa no puedes entregarte de nuevo como lo hiciste ayer, y ódienme entre los dos; es más, sean felices después.

Pero si no rompes las cartas y no haces lo que te digo, te juro que no moriré de amor, y aun por las noches y aun con otro tal vez te vaya a buscar, tal vez te vaya a encontrar; y querré colocar tu memoria como estaba y llenar el vacío, y quitar el invierno del hueso y tocarte el corazón. Y amarte y que me ames como tal vez ya no lo haces hoy.

Para morir de amor haz lo que te digo, o iré a buscarte de nuevo cuando tenga oportunidad, y si te veo con otro y no hiciste esto pensaré que me quieres ahí, buscándote, rogándote; que me quieres aún en tu corazón y en tu cama; abrazándote por las noches, acurrucándote por las mañanas.

Para morir de amor, amor; mátame tú, porque yo no.

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