martes, 26 de enero de 2016

Literatura: Pasos para disfrutar un buen blues (relato)

Por: Berenice Barragán


Antes de llevar a cabo las siguientes sugerencias, es preciso que haya dejado sus preocupaciones al exhalar el humo del tabaco; el  pago del auto, la renta o bien la inmundicia que invade silenciosamente al mundo, ya que debido a que se encontrará expuesto ante la constante utilización de notas de blues y exaltación de penas ajenas infestadas por la crudeza sobrehumana de la realidad, en dados casos puede corromper su serenidad de forma inmediata, o inquietarán su ser con cosas tan triviales, las cuales arruinarán el sentimiento que trasmite la pureza del son de los espíritus caídos.

Posteriormente relaje el cuerpo, los músculos, recargándose en el asiento o tomando un poco de ginebra, dos o tres tragos son más que suficientes.

Inhale el aroma del ambiente, permita dejarse incitar por la estela de tabaco, perfume, además del pérfido alcohol, en unificación, y lo seduzca con frenesí.

Deje que su psique hable por sí sola. Mientras se encuentra sentado en el salón esboce una ligera sonrisa a la nada, a las notas que fluyen en el entorno conjugadas en un vals armonioso de encanto, melancolía y seducción.

Adormezca sus pensamientos rutinarios, muéstrese vulnerable, aprecie en plenitud la belleza derivada de la agonía de cada nota celestial. 

Si usted tiene buen oído, se deleitará con el embrujo de la armónica, eriza la piel, le llevan a elevar su existencia para dejarse caer a merced de la nostalgia, y  resuena bajo un encantamiento, bajo una voz, que habla sobre el amor no correspondido del marinero John por la prostituta del callejón que está cerca del muelle.

Permita que "el diablo azul" penetre en su ser, como ese licor que quema fuertemente en su garganta, como ese amor que siempre deseó con fulgor pero lo dejó más triste que un pordiosero sin ropa.

Ensalcé su aura de goce, cierre los ojos en instantes cuando el fuego del blues arda intensamente en el espíritu, y lo doblega ante la pasión del momento etéreo.

En un instante sentirá cómo su ser es acogido por una nota intensa, que hace vibrar el alma. ¡No se asuste! Es normal que ocurra, en algunos casos hombres de discernimiento inquebrantable se han dejado poseer por el hipnótico embrujo del blues. No abandone la sensación que posee su cuerpo poco a poco, no abandone la acción. Si en cierto momento cree que ha perdido el juicio, intensifíquelo. ¡No desista! Puede beber un poco más de ginebra, o tomar de la cintura con ligereza a la bella dama de su derecha, quizá ahí encuentre la justificación para seguir regocijándose ante el magnífico acorde que parece no tener fin.

Ya que dejó respirar su psiquis, en una catarsis producida por el efecto del encantamiento al que estuvo expuesto, recobre la cordura, puede tomar algunos minutos.
Si la señorita del vestido rojo se ha marchado discretamente, intente cambiar la ginebra por ron, y beba más de tres tragos.


Berenice Barragán.  

Recomendación: Real de catorce (Blues mexicano) 
Disfruten:





3 comentarios:

  1. Precioso. Me gustó enorme. Sigan así y felicidades por el Blog. Al fin talento joven y nada afectado.

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  2. Que buenos talentos nos estan dando a conocer. Encantada con el blog.

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  3. Es Usted todo un descubrimiento para mí, señorita Barragán. Siga teniendo la gentileza de obsequiarnos su decir. Gracias!

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