Por: Karim Yaver
"Deterioration of mind over matter", by Otto Rapp (1978) |
Brotan entre sórdidos
berridos y entre míseras endechas
brotan en suspiros y en
ausencia y en silencio
las palabras-larvas en
poroso cultivo bajo la piel de los niños descalzos
apilados unos sobre
otros bultos de pies ennegrecidos y bosques explotados
Gólgotas en las uñas
horadadas de sus cadáveres enanos
cuerpos agotados en pie
de inercia.
Crecen y perviven
gusanos a la orilla de una mar corroída
el asfalto corroído y
las conciencias corroídas
la esperanza mitigada
por el óxido de una realidad que petrifica
que asfixia la Historia
del Hombre incapaz de gritar su cordura
de escupirla hacia su
propio rostro desgarbado ―los ijares roñosos de nuestros Padres―
otro bulto descalzo
y desnudo
entre tantos otros
bultos ―desnudos, humanos y descalzos― apilado
entre tantos otros
aullidos
en las calles
disgregados
y entre desechos de
hospital, de hospicio, de Iglesia, de sucio apartamento de tercer o cuarto o
quinto piso
entre mendrugos de
cuerpo
el Hombre del presente
sin ayeres incubado.
Persisten y se elevan
sobre tóxicos remansos de orina y de esperma
contemplados
vigilados
atenidos a la mirada
escrutadora a la mirada ensalivada
de la avispa y el
mosquito
de los cerdos y los
perros y los bichos que se arrastran con la fría temeridad de las batas
inmaculadas
sobre las piernas
de las corbatas
los zapatos bien
lustrados
la champaña, el
deportivo, el tinte rubio.
El tronco de acero
atraviesa el goce estéril que ya no avasalla
tiene fija la atención
en el cemento excrementado
FIJO EL OJO DE DIOS
en la arena negra cada
noche aprisionada
la gruta viscosa, la
última mirada, la famélica Gorgona.
Agonizan las
palabras-aullidos en las calles-ruinas agrietadas de arena y de caliza
bajo los viejos ojos de
las gárgolas heridas
de las gárgolas
apuñaladas en lo blando del orgullo.
Mueren de tiempo
apestadas cucarachas de petróleo
mueren de eternidad
escarabajos de hierro
porque los nombres que
nos restan son sólo cinco y la lengua viperina los ha recortado sobre ilusorios
tablones de unos y ceros
palabras que sucias
prohibimos a los niños
palabras que mutilan
los labios
de los locos, los
enfermos
de los santos
―nuestros labios, niños
también nuestros labios.
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