domingo, 7 de mayo de 2017

Literatura: Morir durmiendo (relato breve).

Por: Luis Alejandro Ortiz

 

 

(Pintura de Mike Davis)


¿Morir también es una ilusión si se sueña que se vive?

Quiero morir despierto, estando consciente de que me entregaré a la muerte. No quiero dormir en el engaño de un nuevo día, sin saber si llegará mientras mi sueño se prolonga más y más. Quiero morir y saber que muero, que mi cuerpo quedará ahí, que yo quedaré ahí, cegado y con oídos sordos. Quiero morir despierto no por miedo a la muerte, sino por respeto a la vida.
No me importa cuando vaya a morir.  A decir verdad, aunque lo pregonen, a nadie le importa. Dado que al morir, sea prematura o tardíamente, sabré que viví, y que fui afortunado por ello, y que no importa el tiempo ni lo que viví, sino que nací. Por eso quiero morir consciente.
Pero dada mi extraña suerte, debo prever lo que sucederá (que es lo más seguro) si muero dormido. Entonces, pues, estaré engañado, porque ni lo que viví habría valido la pena, pues no sabré cuándo acabó. El fin de un ciclo hace contemplar la grandeza de lo que fue, puesto que mientras en la guerra no se cuentan los muertos ni las victorias, sino hasta que termina, lo mismo ocurre con la vida. ¿Morir también es una ilusión si se sueña que se vive?
¡Muerte doble es morir dormido! La muerte –si se nació-, y la muerte de nunca haber vivido.
¿Muerte de no vivir?
 Cierto es que para morir es necesario nacer.  ¿Nací acaso, si muero dormido y no sé que muero? ¿Valió mi nacimiento, acaso, si no presencio cuando el nacer se termina?

Pero no se asusten si mueren soñando, puesto que es un eterno retorno. ¡Sí es que los sueños son reales, esperemos renacer! y aunque la vida pasada no se haya vivido, tener otra oportunidad de morir conscientes, de consolidar lo que se vivió después del nacimiento ¡Ojala que en esa otra vida no nos toque morir durmiendo, acurrucados en el seno de la ilusión!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario