domingo, 30 de octubre de 2016

Poesía: Páramo

Por: Naz



Amaneció.
Alumbra la aurora tu espalda... purpúrea, carne lacerada.
Sus labios te muerden con frenesí, su caricia arde con frialdad teatral.

Matan la sed con sus poros, que gotean.
Ángeles desencajándose las alas, en un exterminio bilateral... mutuo.

Hiede a oxido y clavo, a sangre vertida, al tabaco de mi cigarro que cruje.
Alma marchita entre los árboles, agonizando en el bosque; la presa extendida.
Su cabello de ébano enredado en mi puño.
Un sutil gimoteo orientará a las aves de rapiña.

El todo y la nada,
Caótico, la condena de no poder olvidar sus ojos tristes, sus ojos exánimes.

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