Autor: Henry Castellanos.
Añoro los años en los que debí volver a lo amargo del amor.
Nadé hacia costas deshabitadas, para hacer catarsis,
y lo único que obtuve fueron señalamientos en mi contra y con mi dedo.
Soy juez corrupto que hace cualquier cosa por culpar al inocente porque la mente me soborna.
He desviado el agua limpia hacia caños de inmensa suciedad,
y como efecto hubo una mezcla que no me permitió volver al cause lo que servía.
Años tratando de demostrar que estas tierras sí producen café de un grandioso aroma,
pero los caficultores se rinden sin llegar al lugar indicado.
“Todo es cuestión de tiempo”, se convirtió en mi lema para que no lloviera en exceso.
¿A quién quiero engañar?, el problema es el crudo invierno que desde siempre existió,
y daña las tierras, volviéndolas infértiles.
Ahora soy costa, a la que llegué y me impregné de ella, pero abunda el factor soledad.
Son escasos los recuerdos, de cuando hubo buena cosecha.
Hasta hoy sólo hay café que no alcanza a crecer, ni suelta su aroma.
Me tocará fumigar estar tierras,
aunque mueran las pocas plantas que quedan.
Preciosa poesía, y además muy fuera de lo común. Agradezco tan buen sitio!
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