domingo, 8 de septiembre de 2019

Poesía: Principio de Nirvana

Por: Helena Zirot






La rabia me alimenta
Y el fuego que destruye todo lo que toca
Mi interior es un terreno pantanoso
de calamidades y desprecios

La rabia me alimenta
Soy la espuma ácida que asciende
Por las branquias del dragón colérico
Y el fuego en el que escupe
toda su terrible furia 

Habito el miedo frío
El filo silencioso en medio de la noche 
que, sediento de sangre
aguarda hundirse en la inocencia

En mí anida toda la avaricia
Alberich y su codicia temblorosa
Mi maldición se extiende por los campos 
matando de hambre sin reparo ni piedad 

Y sin embargo
todo este torrente detenido,
pausado de repente
Cómo si en una presa se encontrara

Apenas contenido,
Debilita el impulso de su impacto
Ante esta pequeña y frágil
Dorada --siempre-- 
hojuela de ternura 



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