Nocturno: azul y plata - James Whistler, 1871 |
Si la oscuridad perenne se apropia de mi vida,
y resuenan en mis pensamientos recuerdos melancólicos, llenos de ti
Y me toca engullir, otra vez, la frustración de tu partida
con sus largos brazos que me aprisionan, que me atormentan…
Dime entonces, ¿qué me queda?
Si mi cólera se encuentra con las fieras olas de tu reminiscencia,
chocan y me arrastran al fondo del océano,
donde se forma la vorágine que ahoga mis penas
Y más tarde deja salir a flote mi inerte cuerpo, aún con sus cadenas…
Dime entonces, ¿qué me queda?
Si mis oídos sangran al recordar tu desesperante voz diciendo 'adiós',
y mis ojos se nublan de la impotencia
de no poder deshacerme de aquel ruido fantasmagórico
Y caigo de rodillas, llena de consternación…
Dime entonces, ¿qué me queda?
Si la noche traicionera, con su niebla densa suscitan a mi débil corazón,
que con sus recuerdos errantes me desatan un suplicio
Y tú, tan pronto como llegas a mi mente te inmiscuyes en mi tedio,
haciéndome presionar el disparador…
Dime entonces, ¿qué me queda?
Bellísimo poema!
ResponderBorrarMe encantó!
ResponderBorrarAdorable. Me encanto❤️
ResponderBorrarQue joya! ❤
ResponderBorrar¡Me encanta! ❤
ResponderBorrarHermoso poema mi Vero.....llevas la vena poeta de los Escobar....
ResponderBorrarSin duda alguna es increíble.
ResponderBorrarHermoso!!!! ❤❤
ResponderBorrarHermoso como tu! Mi hija hermosa!
ResponderBorrarBello poema!..
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