domingo, 31 de enero de 2016

Literatura: Medianoche en París (reseña)

Por: Jonatan Gamboa Esteva

Título: Midnight in Paris
Director: Woody Allen
Género: Comedia/Drama
País: E.U.A/España
Año: 2011
Reparto: Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Michael Sheen, Tom Hiddleston, Alison Pill, Kathy Bates, Adrien Brody, Carla Bruni, Léa Seydoux

Trailer: Click aquí

"Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor,
mañana es mejor"

Luis Alberto Spinetta

 En todas las expresiones artísticas es común el uso que se da de las metáforas como forma de recurrir a una imagen que pueda dar sentido y ejemplificar una idea de manera figurada. Una de las más conocidas y recurridas es la de la existencia de mundos alternos, dicotomías o dualidades, ya sea en las que habitamos o que nos habitan en el interior.

Día-Noche, Amor-Odio, Cielo-Infierno, Realidad-Fantasía, etc. Estos son sólo un par de ejemplos que nos permiten pensar, imaginar y fantasear con esta posibilidad; por lo que los artistas no dudan en retratar en sus obras, sea cual sea su arte, este sueño recurrente en la mayoría de los sujetos humanos.

Sin embargo, poder apreciar estas peculiaridades y dotarlas de un sentido más complejo que lo simple metafórico es una habilidad impactante y sorprendente. Y creo yo que ahí reside el asombro con el cual el genio de Woody Allen nos transporta a un mundo viejo y nuevo, conocido pero novedoso.

Medianoche en París plantea su trama a partir de las dualidades, pero hay una en particular que merece nuestra atención de manera más clara. Curiosamente no es el juego entre pasado y presente, sino uno más sencillo, que nuestro protagonista Gil Pender (Owen Wilson) tendrá que descubrir junto a nosotros.

Relato: The Paper Street dialogues (II)

Por: Orlando Nuñez



 2.

—¿Cómo comenzar?

—Bueno, primero necesitaríamos un espacio, pero no sólo un salón de clases, un espacio amplio, un patio grande, pizarrones, muchos libros, de artes, literatura, de ciencias, juegos, juguetes, pelotas, balones, instrumentos musicales.
Él les enseñaría leer, ella a encontrarse a sí mismos, alguien más les enseñaría matemáticas, alguien química, alguien biología, alguien a dibujar, otros les enseñarían las maravillas de la ingeniería, alguien les mostraría un uso genial de la tecnología, alguien les daría clases de deportes, muchos profesores de distintas disciplinas.

—¿No estarían enseñando entonces lo mismo que en cualquier otro sistema?

—¡No!, hay que hacerlo diferente, las instituciones han tomado la educación como un proceso mecánico, una industrialización de la mente y han logrado en muchas personas suprimir la que yo considero una de las más grandes virtudes humanas: la curiosidad, el gusto por aprender. Imagina entonces un lugar que, como en Grecia, los niños pudieran hallarse gustosos y libres de explotar y de potenciar esa curiosidad, y nosotros como mentores ayudando, explicando, fomentando esa necesidad de saber, nunca reprimiendo, nunca dándoles un falso sentido de la responsabilidad.

—¿La curiosidad como la más grande virtud humana?

—¿Nunca has experimentado una abstracción total en alguna actividad?, ya fuese cuándo niña o ahora como adulta, un momento en donde el tiempo desaparece y sólo estas tú y esa tarea fascinante.¿Nunca has sentido satisfacción al dar respuesta a algo que no comprendías?... El proceso de aprendizaje verdadero inicia gracias a la curiosidad, el proceso de creación inicia por la inquietud de hacer algo lo más perfecto, exacto y estético posible. Yo lo he experimentado algunas veces, la mente es capaz de expandirse y abarcar todo lo que le es necesario para cumplir su deseo y esa expansión puede incluso percibirse visualmente, un escritor, un artista, un pensador vueltos un caos, textos, información, colores, pinturas, lápices, herramientas por todos lados tratando de llegar a una conclusión, a un algo que por pequeño que sea te es necesario obtener, una pequeña y personal obra maestra.

—¿Tú realmente supones que un niño pueda llegar a ese punto? A donde sólo han llegado quienes se han vuelto maestros en su arte.

—Nadie puede estar más cerca de eso que un niño, su inocencia, su falta de miedos y prejuicios le permitirían hallar dentro de sí muchas cosas, ¿Por qué no pensar que a los 18 años se sentiría completamente seguro/a de qué quiere hacer con su tiempo? La escuela sería un lugar en dónde su mente por fin podría expandirse en vez de ser encerrada por un proceso mecánico de tareas y actividades que no le satisfacen. El sistema educativo no es un enemigo pero sus intenciones están mal encauzadas.

Parte I: http://tertulia-animal.blogspot.mx/2016/01/reflexion-paper-street-dialogues.html

sábado, 30 de enero de 2016

Poesía: El sueño de una vida

Por: Luisa Chico



 Permítanme que para mi primera colaboración con este blog comparta con ustedes algo que escribí hace mucho tiempo aunque sigue vigente a día de hoy...

"El sueño de una vida"
Los años fueron  pasando, se platearon nuestras sienes,
y aquél sentimiento vivo que puede que hoy recuerde,
que surgiera sin saber cualquier día, en cualquier calle, 
junto al arrullo del mar o bajo aquel candil alegre, 
fue creciendo en mi interior creando lazos de sangre, 
sensaciones… intereses.

Con el tiempo se adormecen sensaciones venideras. 
Atrás se fueron quedando ilusiones placenteras 
que hablaban de compartir miles de noches y estrellas, 
sueños de espuma y canción con rumores de sirena 
que tus ojos insinuaban desde lejos, sin promesas.

Pero el destino furtivo que todo lo sabe y puede, 
une y separa el camino jugando con los pinceles, 
reencuentra  corazones, los aleja cuando quiere, 
pero aunque mil vueltas le dé, el cariño permanece.

Dos caminos que se cruzan sin buscarlo, sin porqué, 
donde sobran las palabras, donde todo puede ser, 
donde aunque pasen los años 
y el destino nos lo impida, 
surgirá de nuevo el sueño
que fue el sueño de una vida. 

Y mis ojos en tus ojos, 
tu sonrisa con la mía, 
recuperan el recuerdo 
de la experiencia vivida.

© Luisa Chico
Santa Cruz de Tenerife (2001)
  

viernes, 29 de enero de 2016

Literatura: Anatomía de un secuestro (cuento)

Por: Luis Ángel Hdz


Estaba acostado. Tenía sangre seca que pegaba la piel con el cabello. Ya era casi una costra, de manera que formaba otra ligera capa sobrepuesta que se incrustaba entre la oreja y la sien. Comprendí que me habían golpeado demasiado fuerte. Sentía un dolor punzante que me martilleaba la cabeza, no lograba pensar ni articular mis ideas de manera clara. Tenía hambre y frío, la incertidumbre me vislumbraba con varios escenarios inconsistentes, en mi cabeza divagaba el instinto de supervivencia que se iba estrechando en sincronía con mis pestañas.
Dormí.
Después de dos horas aproximadamente de haber estado durmiendo (es un estimado, ya que estaba completamente desorientado) quise reorganizar mis ideas, estaba cansado, con un vacío en el estómago y me sentía sucio. El dolor de cabeza había cesado un poco. Asumí que me habían secuestrado.

Poesía: Noches

Por: Penélope Monserrat




Las noches saben a soledad, a tristeza, a desolación.

Saben a que te extraño, a que te busco y no te hallo. Son ellas las que me platican de tu pelo, de tus ojos; de tu corazón herido ahogado en llanto, en botellas, encerrado en letras y plasmado en papel.

Son las que llevan mis besos a tu rostro, a tu boca; tu bendita piel.

Huelen a ternura, ausencia, a un poco de azúcar y tierra mojada...

Son las que cuidan y protegen tus sueños, las que guardan secretos en tu ser.

Son cómplices de los corazones rotos y enamorados. De quienes aguardan aún un hilo de esperanza y esperan ansiosamente ser correspondidos.

Las noches son de los que escriben en el cielo las palabras que no salen; de los poetas y de los que mueren de amor.

Las noches son tuyas... y mías también.

(Página de facebook: https://m.facebook.com/poesiamonserratt)

Literatura: El dinosaurio que se volvió gallina (ensayo)

Por: Marco Juárez




Cuando era más joven leía muchas revistas. Me interesaba tener una visión condensada de las cosas y, de forma inconsciente, me quería comer el mundo a puños. Ya había leído algunos libros infantiles, pero la primera lectura de largo aliento me encontró algo así como a los quince años. Recuerdo que iba con mi madre en el super y en la sección de libros vi las obras selectas de Homero. A la voz reiterada de ¡cómpramelo!, mi madre terminó por aceptar y gastó más o menos como sesenta pesos. Conocí la Iliada (la Odisea, debo admitirlo, la leí muchos años después, porque ese primer encuentro con aquel gigante fue un gran golpe) y no recuerdo si en ese momento entendí mucho o poco, o nada, de lo verdaderamente importante de aquel maravilloso poema. Pero en mi cabeza se quedó fija la idea de la inmortalidad: del hombre que trasciende la vida a través de sus acciones para habitar la eternidad, sin un cuerpo. Han pasado milenios y el gran héroe Aquiles sigue y, seguramente muy a mi pesar, cuando yo ya no esté, él seguirá. 

jueves, 28 de enero de 2016

Poesía: Al padre.

Por: Felix Jimenez




Este poema no tiene nombre, por lo que puse arriba es tentativo y solo para identificar, cuando me pongo a escribir en lo que menos me centro es en el titulo que le voy a dar a los versos, fue escrito hace casi un año, para mi viejo, espero les agrade.


Todo viene de una semilla
plantas, peces, águilas y humanos
es decir todo lo que tiene vida
y esto no pudo salir de un par de manos
que de la tierra y por antojo
se ha dispuesto seamos sus esclavos
dos son los engendradores
dos los contrarios,
dos diferentes soles
uno nocturno, el otro diurno
uno claro, oscuro su adversario

cada cual te abre los ojos
de diferentes maneras
abren ventanas o te cierran cerrojos
para que no pases a lo desconocido
a lo incógnito, para protegerte de sus fobos
a sus nuevas crías, casi todos aíslan del misterio
ahí donde la oscuridad es todo

tú no me aislaste, o me ocultaste
desde el tiempo aquél en el que monos somos
desde ahí me arrancaste de las garras de la luz
donde todo brilla y los demonios cuentos son
ahí me mostraste el hambre, dolor, muerte, explotación
los demonios de Pandora cayeron como un alud
no dan espanto cuando lo ves con tus iguales

en ocasiones pienso que bonito sería vivir
con los ojos vendados, comiendo cuentos
leyendas y mitos, no los de las raíces
sino con los que duermen a nuestros otros
gaviotas, diablas, reyes del polvo blanco
o deportes televisados,
da igual con qué parte del cuerpo
el balón se mueva,
el objetivo es mantenernos en el cielo alto.
Qué tranquilidad sería soportar el dolor
sin rechiztar por la molestia
de ser tratados menos que bestias

pero ya no puedo tomar el trapo
para mi vista cegar
ni sentarme para café tomar
mientras estamos en un infierno terrenal
no después de que a las sombras me llevaste
que el infierno no está debajo
sino que en él estamos respirando
que la muerte no es algo final
sino un paso más de la eternidad

va contra nosotros quedarme con tus ideas
tomarlas como ley universal
igual, inmutable hasta la eternidad
esperar a que me digas qué camino tomar
seguir en los límites de tu tierra
o salir a explorar otras más
negando siempre lo que tú sabes
dudar de todo lo establecido
tomar la mochila para el viento escrito guardar
con la concepción de un mundo mejor forjar

con eso me quedo de ti
como mi abuela siempre me dijo
"la enciclopedia viviente"

miércoles, 27 de enero de 2016

Relato: The Paper Street Dialogues (I)

Por: Orlando Nuñez


1.-


—Pero entonces, ¿Por qué no han cambiado la dinámica? ¿Por qué continúan teniendo este patrón de comportamiento?

—Bueno, no es algo tan sencillo en el punto en que nos encontramos, dividamos las clases sociales de nuestro bello sistema (aunque no sean esas) en: Clase Alta, Baja y Media, y dividamos a su vez a la clase Media en: Media Alta, Media y Media Baja.

La clase social Media Baja siempre se ha visto condicionada por problemas así, hay filas muy largas en los ministerios públicos, las iglesias menos lujosas son las más llenas, la televisión se da un festín al consumir nuestra atención y se ha vuelto capaz de modificar nuestras emociones y nuestras más naturales inquietudes, un núcleo familiar así se vale de las emociones más viscerales para resolver los problemas más cotidianos, el cambio de dinámica tendría que efectuarse desde dentro, habría que cambiar hábitos ya muy arraigados, quizá leer unos cuántos libros y apagar de vez en cuándo la tele, o al menos satisfacer curiosidades que estén en otro nivel.

—Pero para eso también hacen falta los recursos, que por tu división de clases asumo crees que no tienen.

—Sí, tienes razón, si es cierto que una base económica sólida es proporcional a la felicidad de alguien y con esto la plenitud en todo aspecto de una vida, entonces ésa es la raíz del problema, sin embargo creo que los recursos bien podrían obtenerse o bien en la búsqueda de su obtención podría cambiarse paulatinamente esa dinámica nociva, estamos inmovilizados por nuestra seguridad y nuestra estabilidad, por nuestra rutina, sin importarnos cuántas carencias económicas, emocionales o aspiracionales podamos tener, satisfacemos esa rutina y continuamos así, dentro de esa burbuja.

—Trabajar moviéndose y teniendo siempre la necesidad del cambio nos pondría quizá un paso más cerca de la plenitud.

Parte II:  http://tertulia-animal.blogspot.mx/2016/01/reflexion-paper-street-dialogues-2.html



Cuento: Sobre el tendedero.

Autor: Fernando Limón


Salgo a tender de noche, estoy entre focos y lazos a una hora considerada como tardía, tomo ropa de un cesto y meto cuidadosamente las puntas de las prendas entre los lazos. Como al ir al baño, al ver el techo de tu recámara o mirar por la ventana de un salón de clases, lo único que se puede hacer es estar en silencio y ponerse a pensar. ¿Pensar qué o en qué? En la vida misma, en la más común y aburrida, el mundo material y más importante: la vida cotidiana.

Remito a un tipo de autores que influyen tanto, por la concordancia entre su estilo y su mensaje, por ejemplo: Henry Miller tenía un estilo agitado y vertiginoso para describir los horrores de la agitada y vertiginosa vida viciosa, en cambio Kafka tenía un estilo directo y ordenado para describir los horrores de la directa y ordenada vida cotidiana.

Me es imposible no pensar en el aforismo de Voltaire: «La civilización no acabó con la barbarie, solo la sofisticó» para referirse a autores como Kafka y tal vez Carver, que logran meter los dedos entre los tejidos de la vida diaria y echan un vistazo ante lo desnudo, ante lo absurdo; el horror que se esconde detrás de este mundo material, detrás de los mecanismos ocultos de la rutina sin sentido... como Kafka; detrás de un objeto que creías insignificante... como Carver. A pesar de lo terrible que pueda ser de lo que hablen, ambos describen esto de forma excelsa. He aquí la trascendencia: se habla en concreto de lo más ambiguo, que es la vida misma.

¿Pero por qué si gracias a ellos me es posible a mí también echar un vistazo, no se aligera mi carga? Al contrario, tengo la sensación que prenda a prenda, desde levantarla hasta tenderla; la ropa se vuelve, sin sentido aparente, más densa, más voluminosa, más pesada.

Sigo tendiendo la ropa y pienso, ¿acaso no las prendas que usamos nos acompañan en nuestra vida y por ello se impregnan de ella?, se lavan y quedan como nuevas, se les desprende la vida que se les había impreso, quedan arrugadas colgando de un lazo y al secarse estarán listas para impregnarse de más vida, con lo confortable de saber que vueltas a lavar, desprenderán aquellas imágenes, aquellas experiencias, eso que se ha vivido, y así sucesivamente...

Trato de meter los dedos sobre el tejido, sobre la lana y el estambre, pero no puedo.  En fin, digo todo esto por esta extraña sensación de verme como una prenda arrugada, colgada de un lazo y goteando aún. Lo digo por estas irracionales ganas que tengo de dar un salto de nuevo hacia la lavadora.

Literatura: Destazando a "La Maldición de Hill House" (reseña)

Por: José Contreras



AUTOR: SHIRLEY JACKSON (1916-1965)
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
PUBLICACIÓN: 1959
EDITORIAL: DEBOLSILLO
EDICIÓN: 2015
PÁGINAS: 232
ISBN: 9786073129114





Se trata de la quinta novela de la escritora, la correspondiente a la presente reseña, nominada en 1960 por National Book Award en la categoría de mejor novela de ficción. Así mismo fue adaptada al cine en 1963 por Robert Wise y en  1999 por Jan de Bont, ambas bajo el título The haunting.

En las colinas de un pueblo llamado Hillsdale, Eleanor y Theodora se conocen en una mansión de reputación aterradora, lugar al que fueron convocadas por el antropólogo doctor Montague para investigar fenómenos paranormales, gracias a que ellas, respectivamente, en algún momento de su vida, tuvieron experiencias sobrenaturales o cuentan con una sensibilidad psíquica más allá de lo ordinario. Así mismo complementa el cuarteto de personajes principales, Luke, el virtual heredero de Hill House que supervisa por encargo de su tía las actividades del doctor. Todos los protagonistas son variopintos y, en un principio, simpáticos, cuyos diálogos bromistas al presentarse mutuamente no hacen más que aburrir. Pero no hay tormenta que dure por siempre, a medida que se familiarizan surge más mordacidad e intriga entre ellos; salvo por el doctor Montague, que se comporta la mayor parte del tiempo como el único adulto maduro.

La mansión había tenido decenas de inquilinos que la abandonaban al poco tiempo de habitarla, sin contar las numerosas muertes ocurridas y una ancestral disputa por la heredad, razón por la que el doctor decide alquilarla para sus pesquisas.

Literatura: El Necronomicón

Por: Uriel Delac




Durante muchos años, El Necronomicón ha sido uno de los libros apócrifos más buscados en librerías y bibliotecas alrederor del mundo.

Esto se debe, sin duda, a la veracidad y solidez con la que Howard Phillips Lovecraft supo introducirlo y presentarlo en sus relatos; y al hecho de que sólo nos permitiera leer pasajes sueltos de tan horrendo volumen. Desde el principio se nos advierte que su simple lectura es esquiva y prohibida, que arrastra al osado incauto a la locura más absoluta como mínimo y, con mayor desdicha, a la muerte. Se nos anuncia que vamos a saber, a conocer, y a desentrañar sus más terribles secretos para luego, piadosamente, tener que aceptar que nos son negados en aras de nuestro propio bien.
 
Al margen de su valor como elemento icónico de los Mitos, existe una historia muy interesante para el lector acerca del nacimiento de este tomo prohibido de las manos del escritor de Providence: la sinopsis proporcionada por La Factoría de Ideas nos dice que "aunque los escépticos afirman que el Necronomicón es un tomo fantástico creado por H.P. Lovecraft, los auténticos investigadores de los misterios esotéricos del mundo saben la verdad: El Necronomicón es un volumen blasfemo de conocimiento prohibido escrito por el árabe loco, Abdul Alhazred. Incluso hoy, a pesar de las tentativas por destruir todas las copias en cualquier idioma a lo largo de los siglos, aún existen algunos ejemplares, escondidos. Dentro de este libro encontrarás historias acerca del Necronomicón, diferentes versiones del Necronomicón, y dos ensayos acerca del libro blasfemo. Ahora tú también puedes aprender el verdadero saber de Abdul Alhazred y conocer, de primera mano, el ignoto poder que se encuentra tras sus páginas".

martes, 26 de enero de 2016

Literatura: Pasos para disfrutar un buen blues (relato)

Por: Berenice Barragán


Antes de llevar a cabo las siguientes sugerencias, es preciso que haya dejado sus preocupaciones al exhalar el humo del tabaco; el  pago del auto, la renta o bien la inmundicia que invade silenciosamente al mundo, ya que debido a que se encontrará expuesto ante la constante utilización de notas de blues y exaltación de penas ajenas infestadas por la crudeza sobrehumana de la realidad, en dados casos puede corromper su serenidad de forma inmediata, o inquietarán su ser con cosas tan triviales, las cuales arruinarán el sentimiento que trasmite la pureza del son de los espíritus caídos.

Posteriormente relaje el cuerpo, los músculos, recargándose en el asiento o tomando un poco de ginebra, dos o tres tragos son más que suficientes.

Inhale el aroma del ambiente, permita dejarse incitar por la estela de tabaco, perfume, además del pérfido alcohol, en unificación, y lo seduzca con frenesí.

Deje que su psique hable por sí sola. Mientras se encuentra sentado en el salón esboce una ligera sonrisa a la nada, a las notas que fluyen en el entorno conjugadas en un vals armonioso de encanto, melancolía y seducción.

lunes, 25 de enero de 2016

Literatura: Luto Riguroso por la muerte de la niña Xóchitl (reseña)



▪El Mundo sin Xóchitl
▪Miguel Gutiérrez
▪2001
▪Novela
▪Punto de Lectura
▪469 pp.


Por: Abél Guzmán Rospigliosi
Lima, Perú. 



Xóchitl. Una palabra mexicana (náhuatl) que significa “Flor”. Su madre, Constanza, lo eligió para ella. Luego vendría Wenceslao, o Güencho, a los once meses. Y por último, Papilio, el niño retrasado que acabó con la vida de Constanza, cuando las labores del parto. Por eso Don Elías, el papa-abuelo (le llevaba varias décadas a Constanza, su segunda mujer, y los engendró ya viejo a los hermanos), odió a Papilio, por llevar a la tumba al fruto de su pasión indomable, insoportable, chiquilla; Constanza. Y ni hablar de Xóchitl y Güencho, que si bien eran dos hermanos prodigios en el piano, también los tenía en mala consideración de ser precoces, acaso demasiado precoces y atrevidos. Pero otros problemas embargaban a Don Elías.

Dentro de sus juegos infantiles (en pleno trance de entrar a la pubertad, etapa de la ebullición de las hormonas de todo tipo), Xóchitl y Güencho velaban por Papilio, como si fuera el hijo cuya condición se debe al castigo del pecado de ambos, mientras que para molestar llamaban a su propio padre “abuelo” (debido a su avanzada edad). La situación en que se hallan no es del todo favorable: viven en una ruinosa mansión de cuyo esplendor solo quedan las cosas conservadas luego de varias redadas de embargos por deudas. Aun así se las apañan los hermanos, enfrentándose a los duros golpes que les depara el destino, a ritmo de óperas y tragedias en arias que resonaban a todo dar en el tocadiscos de a cuerda.

Pero era cantado desde el título y la crítica que me animó a interesarme por la genial novela de Miguel Gutiérrez (Piura, 1940), de la anunciada muerte de Xóchipitl, o Xóchitl, a secas.

Si bien pasó un buen tiempo para que las condiciones se dieran de manera favorable, con el fin de adquirir el libro (en una Feria del Libro), repetía cada cierto tiempo el nombre "Xóchitl"; como un mantra mental, una palabra mágica, cuando me acordaba entre mis cavilaciones. Tenía un especial magnetismo aquel nombre. Aun sin saber del todo de qué trataba la novela, le tenía especial consideración y tenía como tarea, como encargo personal, conseguir como sea ese libro.

Poesía: Eficaz

Por: Luis Ángel Hdz



Eficaz sí.
Lo mejor, no.
Tu manera de querer no desmerece
dígase de paso, de una fortuna incierta
desmerece mi propio amor
y mi infortunio irrevocable.

También dígase de paso
siento que te quiero
de una manera incontenible
y de contrato necio.

Con el fin de una carrera
entre piernas acalambradas.
De paso he de admitir…
que espero tu  boca escarlata.

Negociar con el huerto de tus flores en marzo
y recoger tus hojas en noviembre
todas las semanas y meses
todo atemporal y necesario.

Volver a lo físico
ahí, donde se inventan las palabras
necesarias para la cumbre quejumbrosa
la dimensión tan conocida  y aferrada.

Y de una manera exacta
escarbar tu cráneo con mis dedos
introducir en tu cabello con fuerza intempestiva
precipitar el cataclismo que desemboca al ósculo.

Repetir el proceso.

Desarticulada arropas el lecho.
Cariño, dulce amor de leche incomprendido
piernas torneadas que sin sentido enmarañan unos muslos.
Se quedan ahí,
cerrados como el arcano con aroma libido.

Labios rotos y encerrados
esencia ingrata la de Venus
espumas llegan a mi boca
dos bocas devorándose insaciables
profundo goce inexorable.

Verter saliva en la saliva,
lograr una sola saliva
hacer un refugio de dos lenguas
sexo revolcado
torbellino noctámbulo
esencia de tu esencia disfrazada de erotismo.

Llegas, vuelves y regresas
dónde, jamás, ahora
tiras, jalas y hasta pronto
quieres, rompes, apareces.

Todavía incierto que no sé ni lo sabré, vaya mierda.
Que me quejo de la agonía
de la fruta podrida
del calor echado al suelo
de mi sombra que te huele,
te olfatea con la misma lengua
que toma como parámetro un centímetro de tu cuerpo
y en anacronía resulta desconocido.


Literatura: Wilhelm Liebknecht - La araña y la mosca.

 Por: Félix E. Jiménez

Guillermo Liebknecht nació en Alemania el 29 de marzo de 1826, dirigente socialdemócrata, compañero de Carlos Marx y Federico Engels, creo el Partido Socialdemocrata Aleman junto a Augusto Bebel y Fernando Lassalle en 1875, muere en Alemania el 7 de agosto de 1900.

El cuento La araña y la mosca, que publicó en 1881, lo modificó de un relato popular alemán para la juventud proletaria. Hace 5 años, aproximadamente, lo encontré en ingles. Por más que estuve buscando en diferentes lugares no logré encontrarlo en español; por lo que me vi en la necesidad de intentar traducirlo. El resultado es el siguiente: fué mi primer traducción. Revisando el texto después, encontré varios errores de sintaxis y gramática que al instante corregí; a pesar de ello, no creo ya haya quedado al 100. Espero sus comentarios. Saludos.

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La araña y la mosca
El Hombre de las sorpresas
por Wilhelm Liebknecht

Nota: este folleto de Liebknecht fue escrito para los trabajadores alemanes, basado en un famoso cuento infantil. Su cuento, de las arañas explotadoras y las moscas explotadas está escrito a un nivel que los niños mayores pueden entender.
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Todos ustedes conocen, a ese insecto barrigón con el cuerpo peludo y pegajoso, que se esconde en lugares oscuros, en la medida de lo posible lejos de la luz del día, y que hace girar su telaraña mortal en la que la pobre descuidada o imprudente mosca es capturada y asesinada. Ese monstruo feo, con ojos vidriosos y patas delanteras delgadas y torcidas tan prácticas para la incautación y la asfixia de sus víctimas es la Araña.

Ahí se encuentra, fría e inmóvil, acostada en su rincón, o diabólicamente tejiendo sus hilos letales para atrapar y atar a las moscas débiles sin miramientos. La repulsiva criatura causa dolor, infinitos dolores, para perfeccionar su red hasta el último hilo, de modo que su presa no escape. La primera vez hará girar un hilo, luego dos y tres y más y más. Cruza y vuelve a cruzar los hilos en los que incluso ya agonizando sus víctimas intentan romper la red, pero solamente la pueden hacer vibrar.

Por fin la red está lista, la trampa está puesta, no hay escapatoria, la Araña se retira a su guarida y espera a que una simple mosca, empujada por el hambre, se acerque en busca de alimento.

Ella no tiene que esperar mucho tiempo para que la mosca llegue a ella. Y como la pobre está buscando aquí y allá, corre a la derecha en los hilos extendidos, está aterrorizada, se enreda, trata de aguantar, y este es el fin.

Tan pronto como la araña ve a su víctima atrapada, sale de su escondite y avanza lentamente hacia su presa con ojos hambrientos y sus tentáculos para agarrar. No hay necesidad de apresurarse, la horrorosa criatura sabe muy bien que una vez atrapado el desafortunado insecto ya no puede escapar. Ella se acerca cada vez más cerca, enloqueciendo a su víctima con sus grandes ojos saltones. La mosca está temblando de miedo cuando ve el peligro al acecho, trata de liberarse de los hilos pegajosos, se esfuerza por escapar, y hace intentos desesperados por escapar pero solo queda exhausta.

domingo, 24 de enero de 2016

Poesía: Cántico al felino

Por: Berenice Barragán




Va aquel ser cabizbajo 
Envuelto en sábanas oscuras 
Gemidos de dolor se escuchan a lo lejos 
Menudos augurios despiertan su atención.

Fino, elegante y exquisito como la luna
Corretea sin fin entre susurros 
Persigue constelaciones. 
El silencio es su fiel acompañante 
En noches sin melodías ni son.

Se contonea pulcro y suave,
Vestido de una estela de edredón.
Su suave pelaje embriaga al tacto,
Sus maullidos seducen al seductor.

La gélida noche transcurre
Los tañidos del reloj se asfixian
Ante noches contraídas
En paisajes escabrosos
Y pisadas de algodón.

El universo está en sus hipnotizantes ojos 
Rasgados por diminutos duendes de octubre, 
Quienes sosegados envidiaban 
La frialdad y belleza en conjunción.

Su mirada profunda y penetrante
Enfatiza misterioso a aquel rincón
A un ser inexistente
Que saluda sin expresión.

Su mirada recorre todo el entorno
No hay cambios, ni reposo.
Inmoralidades, injurias, pecados y aquelarres
Ha de contemplar.
Sin embargo sereno y danzante se suele encontrar.

¡Oh! Belleza pulcra,
¡Divino tigre de salón!
Tu elegancia prevalece siempre,
Divagando en días sin sol.

Ser profano y temperamental,
Variedad de misterios has de guardar,
Amigo de la muerte pareces ser,
¡Menuda alma has de tener!

Amante de las brujas y lóbregas lunas
Encarnación de sabios con sensatez,
Espíritu incauto e impreciso
Inconsciente del hombre sin emoción,
¡Cuánta magnificencia sueles contener!

Maullidos resuenan en siniestras sinfonías
Cánticos felinos ¡Cuán maravilla!
Desdichados aquellos que no disfruten con clamor,
A aquel magnifico canto de las musas del escritor.


Literatura: El Corazón de las Tinieblas (reseña)



▪ Heart of darkness
▪ Joseph Conrad
▪ 1889
▪ Novela Corta/Cuento Extenso
▪ Universidad Veracruzana/CONACULTA
▪ Sergio Pitol (Traductor)



Por: Jonatan Gamboa Esteva



" ¡Ah, el horror! ¡el horror! "



¿Qué es lo que el hombre puede llegar a temer más en el mundo? Quizás, en el fondo, todas las respuestas se dirijan hacia un mismo punto: lo desconocido. 

La oscuridad, la maldad, la naturaleza y la soledad son situaciones que pueden descomponernos en un instante. La asunción del racionalismo pierde sus fundamentos para los seres humanos en cuanto dudan de lo que conocen y no tienen algo que los sostenga. El misterio se hace presente y caemos bajo las fuerzas internas que nos gobiernan. 

Si se mira de manera simple esta novela de Conrad uno podría poner en tela de juicio el carácter de sus personajes. Navegantes que se adentran cada vez más a las tierras desconocidas de áfrica, en la que habitan un número incalculable de humanos con otro color de piel, otras prácticas y a los que hay que mantener a raya para evitar algún acto subversivo.

Uno de los narradores y principal personaje, Marlow, nos relata la experiencia que le cambió su forma de comprender el alma humana: conocer a Kurtz, jefe de una explotación de marfil tan grande que se ha convertido en un ser misterioso hasta para quienes lo conocieron antes de perderse en los confines no habitados por hombres blancos. 

Literatura: Cáscara de Coco (cuento)

Por: Norma Barroso




Desde siempre Jha había vivido en aquella pequeña isla de playas de arena blanca y palmeras majestuosas.
Se levantaba cuando los rayos del sol se escabullían por entre las rocas de su cueva y le besaban los párpados. Tomaba una improvisada lanza con punta de piedra y recorría la isla en busca de frutos. Después hacía una parada en el riachuelo que atravesaba la isla, con el fin de poder pescar algo para la hora de la comida. 

Mientras estaba a la espera de atrapar su alimento, Jha arrancaba algunos cocos de las palmeras, los comía y después dejaba caer las cáscaras al riachuelo sólo para ver cómo se hundían. A veces, el jabalí Ñon robaba sus peces y Jha tenía que pasar el resto de la tarde persiguiéndolo para quitárselos. Ambos hacían esto por mera diversión. También solía visitar a los monos de la colina, aunque ya no lo hacía con frecuencia desde aquel día en el que intento emparejarse con la mona Lyn y esta le rechazo con tal vehemencia que cayó del árbol, impactó su rostro contra el suelo y perdió varios dientes; cosa que lo imposibilitó para comer por más de una semana. 

Desde el día del rechazo de Lyn, supo que no era igual a los monos, ni a ningún otro animal que habitaba la isla. Algunas veces esto lo hacía sentir algo raro, como la sensación de tener un hondo hueco en el pecho. En las noches soñaba que sobrevolaba al ras del mar y que veía flotando a unos extraños seres de caras lampiñas y pálidas, con abultados pechos anaranjados, que le hablaban con sonidos incomprensibles para él. 

En un día de tormenta, una gran curiosidad hizo que dejara la seguridad de su cueva, y salió. Observó con gran asombro lo que a lo lejos, parecía ser una enorme y extraña cáscara de coco invertida que flotaba estoica en la inmensidad del mar. Le maravilló su tamaño y el hecho de que parecía traer encima varias palmeras muy altas con largas y anchas hojas blancas. La cascara de coco se tambaleaba, sumergía y misteriosamente resurgía de entre las gigantescas olas que provocaba la tempestad. Con el trascurrir de los minutos, la tormenta se violentaba y la cáscara de coco parecía no ceder, aparte de dar la impresión de que se acercaba cada vez más a la playa. De repente, Jha vio anonadado cómo un rayo cayó encima de la enorme cáscara, la partió en dos y lentamente fue desapareciendo de la vista, tragada por las agitadas aguas. Jha regresó al resguardo de su cueva; meditabundo reflexionó y entonces lo supo: - Todas las cascaras de coco se hunden irremediablemente.


Literatura: Una curiosidad sobre 'Frankenstein' de Mary Shelley

Por: Arisbeth




Frankenstein o el moderno Prometeo es una novela de corte gótico inglés de la escritora Mary Shelley, que narra la pasión de un Doctor de apellido Frankenstein por lo oculto y su obsesión por dar vida a un ser nuevo, lo que culmina en la creación de un engendro hecho de carne humana pero sin alma. Ingenuo, sí,  pero a la vez dotado de una fuerza asombrosa; un monstruo francamente aterrador, pero digno de toda compasión.

Se ha convertido ya en leyenda que la idea de este libro surgió una noche lluviosa del 16 de junio de 1816 cuando Mary, Percy Bysshe Shelley (su marido), Lord Byron, Claire Clairmont (la mujer del poeta) y John W. Polidori (médico y también escritor) se encontraban alrededor de una fogata, conversando y bebiendo vino. Al parecer, en algún punto de ese encuentro, cada uno de los concurrentes asumió el compromiso de escribir una historia de terror. Fieles al acuerdo cada cual inició la suya; sin embargo, los únicos que la terminaron fueron Mary Shelley y Polidori, quien mas tarde publicara el cuento El vampiro.

Se dice también que esa noche Mary Shelley tuvo una pesadilla, en la que un estudiante obsesionado con la creación de vida artificial despierta y contempla horrorizado a su espantoso engendro. A partir de esta horrible visión, la autora se abocaría entonces a la construcción de la prometida narración de terror.

Presentación - Por Fayo Castillo

Hola a todos los animalejos tertulianos, les damos la bienvenida a este nuevo proyecto. Durante el tiempo que lleva nuestra tertulia, hemos visto la gran inquietud de los compañeros por expresar sus propuestas artísticas (literatura, música, plásticas, etc). Este proyecto ha sido iniciativa de nuestra compañera Arisbeth, y me ha pedido "cortar el listón", por lo que: DECLARO INAUGURADO ESTE ESPACIO DE EXPRESIÓN PLURAL.

BIENVENIDOS!!!.